Estuvimos el pasado fin de semana en este hotel del precioso pueblo de Andrín. El hotel es perfecto para una escapada de relax. Está a 700 m. de la playa de Andrín, por lo que se puede ir caminando. Hotel muy acogedor con ambiente familiar. Muy buen trato y atenciones por parte de los propietarios y resto del personal. Parking gratuito. Desayunos con productos caseros, zumo de naranja natural; y sobre todo tranquilidad absoluta; sólo se oye el canto de los pájaros. Por tanto, sitio recomendable cien por cien. Esperamos volver.